Lun. May 6th, 2024
  • Un Balance apresurado pero premonitorio
  • El Huachicol, enemigo fantasma
  • BCS discriminada

Federico Gastélum Mayoral

mesias color

 Aunque ha sido una costumbre que los políticos en campaña siempre prometen resultados a los cien días de haber tomado el poder, sesenta días no significarían gran cosa digamos en circunstancias normales, pero en tratándose del nuevo presidente este lapso de tiempo deja preocupados no solo al sector productivo y financiero del país no solo por la manera directa e ineficaz en cómo ha abordado parte de la gran problemática nacional que es la corrupción, sino en cómo hace mutis y casi se hace el disimulado cuando se le dan a conocer los daños colaterales que se le están ocasionando a la población para luego brincar al siguiente “reto”, o bien disimular su falta de estrategia para ocultar los tremendos fallos que de manera tan temprana están ocurriendo en su administración.

Para hacer un breve recuento, desde diciembre pasado a la fecha, la forma como manejó el asunto NAIM, después su pretendida intención de meter en cintura a los bancos (olvidándose de negociar con Banxico), que fue fallida, después este asunto del robo de combustible (huachicol) lo cual no puede catalogarse como un fallo aun pero si como una tarea costosa en cuanto el combate a estos huachicoleros el cual augura una guerra larga y desgastante, que resultaría gravosa para el consumidor promedio no solo de gasolina sino de bienes de consumo y que pues no estaría tan clara la victoria sobre esta modalidad del crimen organizado, pero que si es cierto que le urge a AMLO acreditarse como una cruzada justificante de la 4ta transformación, y que no asegura que el resto de la población perciba los beneficios dada la complejidad de este problema pero que no lo hace quedar nada bien ante una mayoría expectante para cual su máximo credo radicaba en la bondad y honestidad del mandatario, sin tomar en cuenta una de las cosas que en estos casos suelen ser más significativos, los resultados, la capacidad y  preparación del sujeto en estas materias.

Así, para hacer la ejemplificación más clara en cuanto al deporte que más le gusta al presidente, el béisbol, digamos que AMLO ya le abanicó a dos temas que son puntales para el desarrollo que no dudo él quiera para el país; el económico (NAIM), y el de combate a la corrupción, así ya nomás llegando, llegando. No dejó siquiera pasar los cien días para “medirle el agua” a los problemas que ya de primera mano se encuentra, y ya digamos que lo tienen en 0 y dos, es decir, un error más y las calificadoras tomarán el siguiente paso que sería el de degradar aún más la calidad de crédito que tiene este país, incluyendo a PEMEX al que ya le bajó hace unas semanas dos escalones y colocarla en perspectiva negativa (BB+aBB-). Si a esto le agregamos el entorno negativo que existe en la economía global, digamos que la perspectiva de México en alcanzar un crecimiento del 1.5% para este año, puede resultar demasiado ambicioso. Huelga decir que para las economías emergentes (como la nuestra) es vital el contar con un crédito holgado, con buena calificación sobre todo para épocas deprimidas, como la que se aproxima.

Ahora, eso es por lo que respecta a temas que el presidente ha abordado a iniciativa suya, sin embargo, se aproximan ya los que de por si tienen sus causas propias, como es el caso de las huelgas en Matamoros Tamps., en que hasta hace poco 29 ensambladoras automotrices amenazaban con el cese de actividades en nuestro país. Todo a raíz de las disputas por liderazgos sindicales, y porque pues también a los trabajadores de esas maquiladoras que también quieren sus aumentos salariales tal y como lo decretó el presidente para las fronteras. Afortunadamente se llegó a negociaciones, pero el problema sigue latente en el sector laboral en varios estados de la república. La desorbitada exigencia del SNTE sección 18 en Michoacán por más de 5 mil mdp es un ejemplo, todas estas que habrán de irse resolviendo una a una. Las maravillas de la cuarta transformación si se las tomaron muy a pecho sobre todo en la clase trabajadora; a la que ahora habrá que aterrizarle sus promesas.

Ahora la última novedad es de, que sin saberlo cuándo, pero la guerra al narco se ha terminado ya desde que el empezó su gobierno puesto que según el presidente, el gobierno no debe ocuparse de ello ya que lo que se había venido dando desde las guerras de Calderón y Peña, obedecían a causas ajenas a la tareas de gobierno, sino más bien a cuestiones presumo yo, eran políticas ya que la labor de gobierno solo tiene esa naturaleza, administrativa y política. Entonces, debe ser que la inseguridad debe ser un tema de mentes calenturientas que deberán concretarse a entretenerse con novelas policiacas y cuentos de terror.

Pero si la ciudadanía ve que con mucho desconcierto este tipo de medidas que ha tomado el presidente, también le va tocando turno a los gobernadores de los estados, sobre todo a los del norte, que les ha ido recortando sus participaciones federales, con el fin de “evitar el manoteo”, y los privilegiados del sexenio serían en esta ocasión los estados del sureste, por un natural sentido de pertenencia a esta región y que con el tren maya, deberán estos allanar la 4ta transformación. Los efectos que tendrá en la vida económica sobre todo de BCS no se vaticinan muy optimistas.

Y bueno, los sudcalifornianos que ya empezamos a experimentar desencanto por la discriminación de que fuimos objeto en cuanto a la aplicación del tratamiento de zona libre, dejaremos que Morena vaya retornando gradualmente a los niveles de aceptación que tenía por allá en el 2012. Ojalá y eso sirva para que los presuntos candidatos a la del 2021 por ese partido, vayan trabajando más y mejor por BCS ya que la figura del mesías no les servirá mucho para entonces.  Feliz inicio de año.

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