Mié. May 1st, 2024

“A los mexicanos nos tomó 500 años construir una nación, a Obrador y su secta les tomó dos años destruirla”.

Por: Ángel Ozuna

Mayo 30 del 2021

Por definición es todo el espacio aéreo sobre el territorio, islas y posesiones mexicanas. El país tiene soberanía en todo ese espacio aéreo y los encargados de mantenerla son las tres fuerzas armadas mexicanas en particular la Fuerza Aérea Mexicana (FAM). El control del tráfico aéreo en territorio mexicano lo lleva a cabo el SENEAM o Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano y también la FAM tiene su propio Servicio Militar de Control de Vuelos; sin embargo, estas dos entidades, aunque operan independientes están perfectamente bien coordinadas entre ellas. Un problema subyacente, es un viejo conflicto sindical entre el SENEAM y la SCT que nunca ha sido resuelto.

El que la Agencia Federal de Aviación Civil o AFAC pierda la calificación que hace la Agencia Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos de categoría 1 a categoría 2, es una verdadera desgracia nacional no solo por las implicaciones como país sino por la seguridad aérea en su conjunto.

México por convención está obligado a seguir y observar los reglamentos, disposiciones y anexos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI, por sus siglas o ICAO en inglés) de la cual somos miembros. Este organismo, constantemente lleva a cabo auditorías y supervisiones a los países signatarios para vigilar el cumplimiento de las medidas de seguridad adoptadas. Esta función la puede delegar como en el caso de la FAA, aunque solo a las aeronaves que efectúan vuelos hacia y desde los Estados Unidos, ese es precisamente el caso que nos ocupa. Si bien son auditorías y revisiones que llevan mucho tiempo, todos los países deben dar cumplimiento a ellas.

Debido a una serie de factores que no son exclusivamente atribuibles a los ineptos de morena y a la 4t, se vienen arrastrando fallas y omisiones desde hace mucho tiempo. Todos esos problemas, desembocaron en la degradación de la AFAC de nuestro país. Este proceso de supervisión tiene el nombre de International Aviation Safety Assesment (IASA) y a través de 3 anexos de la OACI se regula su aplicación.

Los estándares se verifican de acuerdo al Documento No. 9734 de la OACI, el cual es básicamente: un Manual de Supervisión de Seguridad.

La FAA, lo que lleva a cabo periódicamente es que en los países donde salen vuelos desde y hacia los Estados Unidos ellos verifican el cumplimiento de los acuerdos ya mencionados por parte de las autoridades aeronáuticas de los países de que se trate, no es una verificación de las aerolíneas en sí, lo que verifican es que las autoridades involucradas exijan a su vez a las líneas aéreas el cumplimiento de estos anexos de seguridad. Entonces, en este caso en particular de México la que se audita es la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y es precisamente quienes salieron reprobados, es decir tienen muchas fallas y omisiones que deben de ser corregidas para poder regresarlos a la categoría 1.

Como es su costumbre, el ignorante de nuestro presidente sale a decir que esa degradación de la AFAC mexicana no es grave porque nuestros aviones solo hacen vuelos “internos”, supongo que quiso decir “domésticos” dentro del territorio nacional, lo cual no es cierto. Además, se coloca a la AFAC en una situación muy delicada ya que está imposibilitada para llevar a cabo algunas funciones de seguridad. La tranquilidad para los pasajeros proviene del hecho de que las aerolíneas internamente tienen sus propios controles y supervisiones de seguridad lo que les permite mantener un estándar adecuado para seguir operando.

Estas fallas de seguridad no son prerrogativas de la 4T, ya hemos visto que en el 2010 también fuimos degradados recuperando el estatus 4 meses después. Y nunca aprendimos la lección. A juzgar por lo que se lee en la prensa nacional, parece ser que la entidad degradada fue la SCT y no la AFAC. Le recuerdo al señor secretario de comunicaciones que quienes se tienen que poner a trabajar, ya que evidentemente no lo han hecho, son los de la AFAC.

Lo que sigue es que la AFAC mexicana tome la lista de irregularidades y discrepancias que los hicieron reprobar y se pongan a trabajar en serio para subsanarlas una por una.  Se comprende que debido a las medidas de “austeridad bolivariana” el trabajo va a ser cuesta arriba.

Y ¿la aviación nacional?

Aunque no lo quiera aceptar nuestro presidente el impacto es muy grande en las líneas aérea nacionales ya que sobre todo sus planes para expandir sus vuelos y rutas hacia y desde los Estados Unidos se van a ver frustrados o cuando menos pospuestos hasta que se recupere la categoría 1, eso incluye por supuesto al inexistente aeropuerto Felipe Ángeles.

La modernización de cualquier espacio aéreo es un asunto rutinario que se tiene que ir adaptando a los cambios en tecnología de navegación. Es el caso del nuevo esquema de salidas y llegadas en los aeropuertos del valle de México también fue un asunto impostergable, con Obrador o sin Obrador con 4t o sin 4t, eso se tenía que llevar a cabo. De esos cambios provienen las quejas de vecinos de algunas colonias de la ciudad de México en donde ahora pasan las nuevas llegadas y salidas del AICM, sobre todo por el ruido que generan, amén de la contaminación atmosférica. Igual cantidad de ruido había antes solo que ahora les toco a otros ver y oír pasar sobre sus cabezas el trafico constante de aeronaves. El establecer estos cambios no se puede hacer de la noche a la mañana de tal suerte que los vecinos que interpusieron demandas para que se regrese al esquema de rutas anterior no va a prosperar por motivos de seguridad operacional.

Para desgracia de los habitantes de la ciudad de México lo que menos se toma en cuenta para el establecimiento de llegadas y salidas son los niveles de ruido que esto genera. Todos estos procedimientos toman en cuenta otros detalles técnicos fuera del ruido y la contaminación, hasta ahora. La sorpresa para los vecinos es que todavía falta la reorientación de estos patrones para dar acomodo al capricho de Obrador en Santa Lucía, lo cual va a volver a trastocar las rutas. Estos cambios y adecuaciones no solo se van a llevar a cabo en el valle de México sino en todos los aeropuertos del país en una forma escalonada por las limitaciones que tiene la SCT.

Recapitulando:

La agencia federal de aviación civil mexicana, la (AFAC) de la SCT fue degradada a categoría 2, lo cual es un resultado de venir arrastrando fallas, carencias y omisiones muy graves. A la antigua DGAC hoy AFAC se le conocía como la cueva de Alí Baba y sus 40 ladrones combinado con los Bandidos de Rio Frio. Tienen un historial negro.

Las líneas aéreas nacionales no se ven afectadas en cuanto a sus normas y procedimientos de seguridad, pero si en sus vuelos hacia y desde los Estados Unidos.

En suma: la AFAC mexicana por el momento y de acuerdo a los reglamentos de la OACI, quedaron descalificados para poder desempeñar correctamente su labor obligatoria de supervisión de seguridad en las operaciones aéreas hasta que no demuestren que corrigieron todo lo que se les marco.

La reordenación del espacio aéreo del valle de México es un asunto rutinario no conectado con la degradación de la AFAC, eso es aparte.

Esto es la gran desgracia nacional ya que no hicieron lo que tenían que haber hecho y se mostraron apáticos, desorganizados y faltos de profesionalismo, esto incluye a todo su personal. Todo esto lo podrá pasar y autorizar Obrador ya que es el modus operandi de su secta, pero en aviación no estamos jugando y eso no se puede permitir por el bien de los mexicanos. La AFAC debe cambiar en serio, so pena de seguir descalificados en seguridad aérea hasta que logremos sacar de palacio a ese falso mesías, (The Economist dixit).

Obrador entre otros muchos sectores, les negó cualquier tipo de ayuda a las aerolíneas nacionales, como hicieron en otros países, para tratar de paliar los efectos de la pandemia, en pocas palabras los tiro a Lucas. Con la degradación de la AFAC mexicana a categoría 2, salen los directivos de las tres principales compañías al rescate como el chapulín colorado, arguyendo que van a ayudar a la SCT a salir del ignominioso bache en donde cayeron. Esto es una verdadera aberración, cuando el único obligado a sacar adelante a las aerolíneas es el propio gobierno a través de la AFAC, no al revés. Quiero pensar, para no verme muy negativo, que la intención de las líneas aéreas es noble, después de todo el suyo es un negocio, pero no se habrán preguntado ¿porque el gobierno no hace lo mismo?

La aviación en general en México debería ser una prioridad para el gobierno. Nunca lo ha sido, mucho menos lo es para el mesías macuspano. Ahí está el resultado. A mí como mexicano y profesional de la aviación me da vergüenza que degraden a una organización que debería ser ejemplo de eficiencia y capacidad. La AFAC no debería necesitar la vigilancia de la FAA, el problema es que no hacen bien su trabajo y no son confiables, en aviación eso es crítico.

A nuestro presidente parece que lo que más le gusta es estarse peleando con alguien o algo, y si no lo tiene lo inventa. Nuestra única defensa contra sus locuras es el voto. Salgamos este 6 de junio decididos a frenar al tabasqueño.

Glosario:

FAM= Fuerza Aérea Mexicana.

SENEAM= Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano.

DGAC= Dirección General de Aviación Civil.

AFAC= Agencia Federal de Aviación Civil.

OACI= Organización de Aviación Civil Internacional (de la ONU).

SCT= Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Ali Baba= Leñador persa convertido en famoso ladrón.

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