Por Bertoldo Velasco Silva
Hace 6 años, la población sudcaliforniana, en su mayoría, lo contrató para administrar los recursos del pueblo y gobernar la entidad. Cumplió con lo que se comprometió. Podremos no aceptar su carácter soberbio, como en algunos integrantes de su gabinete, porque no se daban baños de pueblo, pero aún así, hay que reconocerlo, dejó resultados tangibles a pesar de la pandemia que lastimó a muchos sudcalifornianos. No por algo se registró a la entidad en los primeros lugares en la generación de empleos, en atracción de turistas extranjeros, en la cobertura universal de salud, en inversión extranjera, en cobertura educativa, a tal grado que en esta administración se enarboló por primera vez luego de casi 25 años, la bandera blanca de la alfabetización; se hizo obra pública, hubo estabilidad social, política y social, pero sobre todo, se recobró la paz y la tranquilidad que la delincuencia organizada había truncado.
Ayer, Carlos Mendoza Davis, entregó a la representación popular, su sexto y último informó, además de dar un mensaje de despedida, de agradecimiento a todos y de reconocimiento a quien lo merecía para poder alcanzar sus objetivos y en otro, atacar los problemas de salud como de inseguridad.
Probablemente no se vaya satisfecho por lo alcanzado estos 6 años, porque se atravesó un grave problema de salud provocado por un ente externo y que tomó desprevenidos a todo el mundo, como lo es el coronavirus, que causó estragos en la vida de personas, llegó a frenar toda actividad productiva al tiempo que cerraban negocios y se perdían empleos, hoy, afortunadamente, por esas políticas públicas, recuperados todos los trabajos formales y hay una reactivación económica.
Dio lectura a un breve mensaje en donde resumió todo lo logrado en 6 años y deja un gobierno estable en materia económica, lo que permitirá al gobierno entrante del profesor Víctor Castro Cosío, empezar su administración sin contratiempos.
En esos seis años, cierto, tomó decisiones difíciles, pero siempre antepuso el interés público por sobre cualquier otro, pero siempre respetuoso de las leyes.
Como buen político, Carlos Mendoza con palabras sencillas pero profundas, le deseo “de corazón” que al nuevo gobierno le vaya bien, porque estaría siendo encabezado por un gran sudcaliforniano, refiriéndose al profesor Víctor Castro Cosío, que ahí, en el salón de sesiones del Congreso, asistió a la ceremonia política, junto con gran parte del gabinete saliente. “Gobernador electo Víctor Castro Cosío: le deseo mucho éxito en su gestión y le refrendo mi respeto, amistad y aprecio personal. Estoy seguro que su emoción social, su experiencia y su visión, permitirán que el estado siga creciendo, y que se extienda y ahonde la justicia social. Deseo que cuente usted con el respaldo decidido de todos los partidos y sectores en sus proyectos que, estoy seguro, serán por el bien de Baja California Sur”, se escuchó a Mendoza Davis decir, “sustentado en las bases que construyó y que facilitarán que el porvenir sea, para todas y todos, más luminoso”.
En ese breve mensaje, Carlos Mendoza dijo que ejerció el cargo “bajo la convicción de que la unidad y la reconciliación son el mejor camino para construir nuestro destino. Mi visión fue siempre de inclusión y de convicción: de que hay talento de sobra en sudcalifornia; sueños en cada joven; esperanza en cada niño; coraje en cada mujer; devoción en cada hombre; experiencia y enseñanza en cada adulto mayor”.
Pocas veces observamos al aun mandatario sudcaliforniano (este viernes entrega el poder), humilde, cuando habló de haber revalorado la salud, la vida y la tranquilidad, porque se inyectó energía al estado, a sus empresas, a la infraestructura. “Por abrir una ruta nueva, diferente a todo lo que se había hecho antes, porque en la vida, el arrojo nos conduce a conocer nuevas altitudes, y así lo hicimos”.
En esos momentos en que se rendía un reconocimiento mediante un aplauso al personal médico y de enfermería de todos los hospitales públicos y privados por atender a los enfermos del coronavirus, Mendoza Davis, dijo que en la gobernanza, se entregó con pasión y con lo mejor de su capacidad para tomar decisiones difíciles, pero también dijo que corresponderá a la gente, a la historia, calificar su gestión.
Ante el pleno de la XVI legislatura, Carlos Mendoza prácticamente se despidió del pueblo sudcaliforniano. Su labor como gobernante, ha concluido y tocará entregar la estafeta este viernes a las 11 de la mañana en el mismo recinto, al profesor Víctor Castro Cosío, quien le sucederá en el cargo.
El gobernador electo, también mostró su tacto político agradeció ese mensaje de quien se va, al señalar que “agradezco al gobernador Carlos Mendoza Davis por sus buenos deseos para con mi persona y el gobierno que habré de dirigir. Efectivamente, la justicia social será un eje rector de la nueva administración, trabajaré sin descanso por la unidad de Baja California Sur y por el bienestar de cada habitante de nuestro territorio. De la mano del pueblo vamos a encabezar la transformación que nuestro estado necesita. #BCSNosUne”.